lunes, 2 de marzo de 2015

La arquitectura gótica en Europa

Notredame, París, Francia. Foto: Angela Ramos. Octubre. 2014. 


En este blog le dedico una página completa al arte gótico en todas sus ramas (escultura, arquitectura y pintura). Pero, quise hacer un nuevo post acerca de la arquitectura y de cómo la vi a profundidad en mi visita a ese continente. 

Las edificaciones góticas en Francia suponen todo un enigma. En apenas 200 años se construyeron más de 100 grandes iglesias y catedrales. Francia tenía por entonces, unos 15 millones de habitantes. Las catedrales no son construcciones que permitan fallos en su diseño, tienen que ser realizadas por especialistas: picapedreros, escultores, carpinteros, albañiles, etc. Para construir una Catedral, era necesaria una logística inventiva y un elevado saber técnico. Estas construcciones no hubieran sido posibles si la preocupación por el pan diario hubiera exigido toda la fuerza de trabajo de los hombres. Las construcciones que finalmente vemos, no concuerdan con la imagen de una Edad Media oscura. Se considera que, al menos en Francia, la financiación del arte gótico tuvo lugar mediante la orden de los Templarios, que no solo administraba productos agrícolas, sino que también debió haber obtenido dinero de América.


Como todos saben, la arquitectura gótica vino después de la época románica, las diferencias que se presentan entre ellas son las que desprenden de un sistema constructivo que equilibra armoniosamente las fuerzas y las aprovecha al máximo en los elementos de sustentación (columnas, pilares, contrafuertes, bóvedas de arista, arbotantes, etc.), que son los que desempeñan la función principal. 
Se reforzaron los contrafuertes y la presión de la bóveda de la nave recaía sobre el tejado de los pasillos laterales por medio de arcos arbotantes. Estos se apoyaban en los contrafuertes exteriores, que se extendían y ensanchaban hasta fundirse con la pared exterior. Las paredes se convirtieron en simples elementos de separación, ya que dejaron de soportar el peso y aguantar la presión del tejado. Por ende, los muros pudieron aligerarse progresivamente y casi ser sustituidos por grandes superficies de iluminación, y los edificios pudieron ser cada vez más elevados. 

La Basílica de Santa María del Fiore. Milano, Italia. Octubre. 2014. Foto: Angela Ramos.


La Basílica de Santa María del Fiore. Milano, Italia. Octubre. 2014. Foto: Angela Ramos.

La Basílica de Santa María del Fiore. Milano, Italia. Octubre. 2014. Foto: Angela Ramos.

La Basílica de Santa María del Fiore. Milano, Italia. Octubre. 2014. Foto: Angela Ramos.

La Basílica de Santa María del Fiore. Milano, Italia. Octubre. 2014. Foto: Angela Ramos.

La Basílica de Santa María del Fiore. Milano, Italia. Octubre. 2014. Foto: Angela Ramos.


Catedral de Saint Michel, Bruselas. Foto: Angela Ramos. Octubre. 2014.

Interior Catedral de Saint Michel, Bruselas. Foto: Angela Ramos. Octubre. 2014.

Estas catedrales no solo eran recintos de culto y adoración, sino de reuniones para grupos específicos como, científicos, alquimistas y hasta masones. En realidad, el haber estado en estas catedrales y de pisar estos espacios iluminados, amplios y tan altos, me hizo recordar cuán es tan grande la inteligencia y la fuerza que el hombre tiene para crear cosas tan maravillosas como éstas. Además de uno como gótico ver con sus propios ojos tan magna belleza y de encontrar el significado de dónde pertenece tu manera de ver la vida y de cómo la percibes. 
A nivel espiritual, el gótico como individuo tiene diferentes variaciones de religiosidad. Como lo he dicho en mis posts anteriores, cada gótico tiene una creencia definida, sea ateo, católico, budista, etc... pero lo que sí hay que tener en cuenta, es el hecho de que el arte gótico y la arquitectura como tal tienen que ver bastante en cómo la iluminación y la intelectualidad están enmarcadas en cada gótico como ser individual y creativo. No quiero decir que un gótico es mejor que una persona común y corriente pero, si creo que nos destacamos en que valoramos las cosas y sobre todo el aprender y el adquirir el conocimiento de una manera total. Esto lo digo a manera personal, habrán góticos que no leen (cosa que me molesta de sobre manera), que nos les importe el arte, y de dónde vienen. Pero, por el otro lado habemos los góticos que sí no interesa documentarnos y saber realmente quienes somos y por qué somos cómo somos. 

Espero les haya gustado esta pequeña entrada al blog, próximamente estaré profundizando en la obra literaria de Fulcanelli, el misterio de las catedrales



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